Somos hijos de los 90. Esto significa que nos hemos enfrentado a la amenaza que el cambio climático supone para nuestra Tierra desde nuestra infancia. Este pensamiento no te deja ir. Pero dondequiera que se mire, las grandes corporaciones demuestran que simplemente no les importa esta emergencia global.
No nos importa. Queremos tomar un camino diferente. Queremos dejar atrás las prácticas de las grandes corporaciones y pensar de manera integral en usted, la naturaleza y nuestro entorno social. Por eso creamos Niyok. Los envases sostenibles son un buen comienzo. Sin embargo, si realmente lo toma en serio, observe toda la cadena de valor. Por eso producimos en Alemania con electricidad verde, obtenemos nuestros ingredientes de Europa siempre que sea posible, enviamos nuestros productos de forma climáticamente neutra y ayudamos a reforestar bosques en todo el mundo.
Suena tan emprendedor que resulta casi increíble, pero nuestra historia comenzó en la cocina de casa. Allí nos preguntamos por qué el aceite de coco se utiliza tan raramente en el cuidado dental cuando tiene efectos tan eficaces sobre la flora bucal. Después de mucha investigación y conversaciones con dentistas y expertos, notamos cada vez más cosas que se podían hacer mejor. Por ejemplo, la mayoría de las pastas de dientes se componen de más del 80% de agua y contienen sustancias que no tienen ningún efecto. Los productos para el cuidado bucal rara vez se envasan de forma sostenible y ciertamente no son transparentes en cuanto a sus ingredientes. Queríamos desarrollar una alternativa natural a todos los productos sintéticos que existen y crear conciencia sobre lo que nos llevamos a la boca todas las mañanas. Abordamos nuestro proyecto con una mirada muy minimalista pero crítica y cuestionamos el cuidado bucal desde cero. Con eso nació Niyok.